Intención misionera del Papa para el mes de junio
Written By MISIONES DIOCESANA de CÁDIZ y CEUTA on 1 jun 2013 | 21:01
Intención misionera del Papa Francisco para el mes de mayo
Written By MISIONES DIOCESANA de CÁDIZ y CEUTA on 1 may 2013 | 20:08
(Radio Vaticana).- La intención Misionera de Su Santidad el Papa Francisco para este mes de mayo es para que los Seminarios, especialmente los que se encuentran en Iglesias de misión, formen pastores según el Corazón de Cristo, dedicados por entero al anuncio del Evangelio.
Intención Misionera para el mes de Abril del Papa Francisco.
Written By MISIONES DIOCESANA de CÁDIZ y CEUTA on 2 abr 2013 | 13:09
Intención misionera para el mes de diciembre: la luz que emana de Belén
Written By MISIONES DIOCESANA de CÁDIZ y CEUTA on 1 dic 2012 | 9:24
“Para que los cristianos en Europa redescubran la propia identidad y participen con mayor empeño en el anuncio del evangelio"
Written By MISIONES DIOCESANA de CÁDIZ y CEUTA on 1 jun 2012 | 9:52
Agencia Fides:
Comentario de la Intención Misionera de junio de 2012.
Pero aún más que las dificultades exteriores, deben preocuparnos las dificultades que experimenta la misma Iglesia en su interior. Por desgracia, muchos bautizados en Europa no conocen ni viven su fe católica que parece haberse asfixiado al respirar esa atmósfera de secularidad. En el mismo documento, anteriormente citado, los Padres constataban “la pérdida de la memoria y de la herencia cristianas, unida a una especie de agnosticismo práctico y de indiferencia religiosa, por lo cual muchos europeos dan la impresión de vivir sin base espiritual y como herederos que han despilfarrado el patrimonio recibido a lo largo de la historia” (Ecclesia in Europa, 7).
Pero por encima de todas las dificultades reales que existen, Jesucristo sigue siendo nuestra esperanza. Vivir sin Dios trae como causa la falta de esperanza. Por eso, la Iglesia tiene la convicción y la apasionada certeza de debe anunciar a Jesucristo a sus contemporáneos.
Las dificultades que la Iglesia experimenta en medio de una sociedad secularizada son también una llamada a la coherencia y a la autenticidad. Es claro que el Evangelio resulta convincente allí donde realmente se vive. No podemos dejarnos invadir por el miedo ante los ataques, ante las preguntas que cuestionan la fe. Como dice el apóstol Pedro en su primera carta: “No les tengáis ningún miedo ni os turbéis. Al contrario, dad culto al Señor, Cristo, en vuestros corazones, siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que os pida razón de vuestra esperanza”(1Pt 3, 14-15). Jesucristo sigue siendo la única fuente de esperanza para todos los hombres, y la Iglesia el canal por donde llega a nuestros contemporáneos la gracia que mana de su costado abierto.
El Papa Benedicto XVI en su peregrinación a Santiago de Compostela (España) recordaba cómo, sobre todo en el s. XIX, se ha pretendido presentar a Dios como antagonista y enemigo de la libertad del hombre. Se pretendía así ensombrecer la fe bíblica en Dios que ha enviado su Hijo al mundo para que no perezca. El Papa se preguntaba: “¿cómo es posible que se haya hecho silencio público sobre la realidad primera y esencial de la vida humana? ¿Cómo lo más determinante de ella puede ser recluido en la mera intimidad o remitido a la penumbra? Los hombres no podemos vivir a oscuras, sin ver la luz del sol. Y, entonces, ¿cómo es posible que se le niegue a Dios, sol de las inteligencias, fuerza de las voluntades e imán de nuestros corazones, el derecho de proponer esa luz que disipa toda tiniebla? Por eso, es necesario que Dios vuelva a resonar gozosamente bajo los cielos de Europa; que esa palabra santa no se pronuncie jamás en vano; que no se pervierta haciéndola servir a fines que le son impropios. Es menester que se profiera santamente. Es necesario que la percibamos así en la vida de cada día, en el silencio del trabajo, en el amor fraterno y en las dificultades que los años traen consigo”. (Homilía de la Santa Misa, Santiago de Compostela, 6/11/2010)
No hemos elegido nacer en este momento de la historia. El Señor nos ha colocado aquí y ahora para ser testigos de su amor por los hombres. No debemos caer en la tentación del activismo, sino que a imitación de María debemos cultivar la vida interior y la unión con Cristo. Los sarmientos no pueden producir fruto si no están unidos a la vid.
Pablo VI afirmaba que el hombre de hoy escucha de mejor gana a los testigos que a los maestros, y si escucha a los maestros es porque también son testigos. Que el Espíritu Santo nos haga testigos valientes y creíbles de nuestra fe en esta Europa tan necesitada, para proclamar que Jesucristo es el único que tiene palabras de vida eterna (Agencia Fides 31/05/2012)
Comentario a la Intención Misionera de mayo 2012
Written By MISIONES DIOCESANA de CÁDIZ y CEUTA on 1 may 2012 | 9:16
Intención Misionera Abril 2012
Written By MISIONES DIOCESANA de CÁDIZ y CEUTA on 2 abr 2012 | 10:25
Para leer el comentario completo Agencia Fides 30/03/2012
Intención misionera - Marzo 2012
Written By MISIONES DIOCESANA de CÁDIZ y CEUTA on 1 mar 2012 | 10:59
Leer más: INTENCIÓN MISIONERA MARZO 2012
Intención misionera - Enero 2012
Written By MISIONES DIOCESANA de CÁDIZ y CEUTA on 30 dic 2011 | 9:00
Comentario a la Intención misionera del Papa en FIDES
Intención Misionera Pontificia para el mes de diciembre
Written By MISIONES DIOCESANA de CÁDIZ y CEUTA on 1 dic 2011 | 12:05
Intención misionera noviembre 2011
Written By MISIONES DIOCESANA de CÁDIZ y CEUTA on 3 nov 2011 | 10:08
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Intención misionera para el mes de mayo: Benedicto XVI
Written By MISIONES DIOCESANA de CÁDIZ y CEUTA on 30 abr 2010 | 23:25
Benedicto XVI, en su exhortación apostólica postsinodal Sacramentum Caritatis, recordaba a los sacerdotes fidei donum, verdaderos promotores del entusiasmo misionero en sus comunidades:
"Es necesario tener mayor fe y esperanza en la iniciativa divina. Aunque en algunas regiones haya escasez de clero, nunca debe faltar la confianza en que Cristo seguirá suscitando hombres que, dejando cualquier otra ocupación, se dediquen totalmente a la celebración de los sagrados misterios, a la predicación del Evangelio y al ministerio pastoral. Deseo aprovechar esta ocasión para dar las gracias, en nombre de la Iglesia entera, a todos los Obispos y presbíteros que desempeñan fielmente su propia misión con dedicación y entrega. Naturalmente, el agradecimiento de la Iglesia se dirige también a los diáconos, a los cuales se les imponen las manos no para el sacerdocio sino para el servicio. Como ha recomendado la Asamblea del Sínodo, expreso un agradecimiento especial a los presbíteros fidei donum, que con competencia y generosa dedicación, sin escatimar energías en el servicio a la misión de la Iglesia, edifican la comunidad anunciando la Palabra de Dios y partiendo el Pan de Vida. Por último, hay que dar gracias a Dios por tantos sacerdotes que han sufrido hasta el sacrificio de la propia vida por servir a Cristo. En ellos se ve de manera elocuente lo que significa ser sacerdote hasta el fin. Se trata de testimonios conmovedores que pueden impulsar a muchos jóvenes a seguir a Cristo y a dar su vida por los demás, encontrando así la vida verdadera".
Intención Misionera del Papa para el mes de abril
Written By MISIONES DIOCESANA de CÁDIZ y CEUTA on 7 abr 2010 | 10:20
OMPRESS-ROMA (6-04-10) Para que los cristianos perseguidos por causa del Evangelio, sostenidos por el Espíritu Santo, perseveren en el fiel testimonio del amor de Dios por toda la humanidad, es la intención misionera indicada por el Santo Padre Benedicto XVI para este mes de abril.
En una carta de Benedicto XVI, en mayo del 2007, a los obispos presbíteros, personas consagradas y fieles laicos de la Iglesia Católica en la República Popular China, el Papa decía: "Sé bien que las comunidades diocesanas y parroquiales, diseminadas en el vasto territorio chino, manifiestan una particular vivacidad de vida cristiana, de testimonio de fe y de iniciativas pastorales. Me consuela comprobar que, no obstante las dificultades pasadas y presentes, los Obispos, los sacerdotes, las personas consagradas y los fieles laicos han mantenido una profunda conciencia de ser miembros vivos de la Iglesia universal, en comunión de fe y vida con todas las comunidades católicas esparcidas por el mundo. En su corazón, ellos saben qué quiere decir ser católicos. Y es precisamente de este corazón católico del que tiene que nacer también el compromiso de hacer efectivo y manifiesto, tanto dentro de cada comunidad como en las relaciones entre las diversas comunidades, ese espíritu de comunión, comprensión y perdón que -como se ha dicho antes - es el sello visible de una auténtica existencia cristiana. Estoy seguro de que el Espíritu de Cristo, así como ha ayudado a las comunidades a mantener viva la fe en tiempos de persecución, ayudará también hoy a todos los católicos a crecer en la unidad. (.)
Al final de esta Carta os deseo, queridos Pastores de la Iglesia católica en China, sacerdotes, personas consagradas y fieles laicos, que estéis llenos de alegría «aunque de momento tengáis que sufrir un poco, en pruebas diversas: así la comprobación de vuestra fe -de más precio que el oro, que, aunque perecedero, lo aquilatan a fuego- llegará a ser alabanza y gloria y honor cuando se manifieste Jesucristo» (1 P 1,6-7).
Que María Santísima, Madre de la Iglesia y Reina de China, que en la hora de la Cruz, en el silencio de la esperanza, supo esperar la mañana de la Resurrección, os acompañe con solicitud maternal e interceda por todos vosotros junto con San José y con los numerosos Santos Mártires chinos."
Intención misionera - Febrero 2010
Written By MISIONES DIOCESANA de CÁDIZ y CEUTA on 1 feb 2010 | 9:57
“Para que la Iglesia, consciente de su identidad misionera, se esfuerce en seguir fielmente a Cristo y en proclamar su Evangelio a todos los pueblos”
INTENCIÓN MISIONERA PONTIFICIA - ENERO 2010
Written By MISIONES DIOCESANA de CÁDIZ y CEUTA on 4 ene 2010 | 9:57
“Para que todos los creyentes en Cristo tomen conciencia de que la unidad entre todos los cristianos constituye una condición para hacer más eficaz el anuncio del Evangelio” - Comentario a la Intención Misionera del mes de enero del 2010
Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - La unidad de todos los discípulos de Cristo, es uno de los deseos más profundos de su corazón. Ya en la Última Cena, el Señor manifiesta a sus Apóstoles, en ese ambiente de intimidad y confidencia, su deseo de unidad. Ese deseo se transforma en súplica confiada al Padre: “Que todos sean uno” (Jn 17, 21). Nosotros debemos unirnos a la oración de Cristo, y rogar intensamente por la unidad. Todo el misterio pascual de Jesús está dirigido a ese fin. Él va a morir, como profetizó Caifás incluso sin saberlo, para “reunir a los hijos de Dios dispersos” (Jn 11, 52).
El 25 de enero de 2007, afirmaba Benedicto XVI: “Al concluir la Semana de oración por la unidad de los cristianos, somos aún más conscientes de que la obra del restablecimiento de la unidad, que requiere nuestra energía y nuestro esfuerzo, es en cualquier caso infinitamente superior a nuestras posibilidades. La unidad con Dios y con nuestros hermanos y hermanas es un don que viene de lo alto, que brota de la comunión de amor entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, y que en ella se incrementa y se perfecciona”. Al tomar conciencia de que la unidad es un don que sólo Dios puede conceder, debe acrecentarse nuestra oración pidiendo esa gracia.
La unidad tiene una fuerza apostólica imparable. En las primeras comunidades cristianas que nos describe Tertuliano, el amor entre los creyentes era su fuerza de conquista: “Mirad cómo se aman”. La división produce ante los ojos de los que observan, una gran desconfianza. No pueden sentir atracción a participar en la vida y en la fe de aquellos que están divididos. La unidad procede del amor y es manifestación de éste, y el amor siempre cautiva. La caridad es el vínculo de la unidad consumada. La falta de unidad debilita inmensamente el anuncio del Evangelio.
Por eso, ante la división, debemos ser conscientes de que la unidad requiere una conversión. Hablando de esta conversión, explica el Santo Padre: “La conversión implica dos dimensiones. En el primer paso se conocen y reconocen a la luz de Cristo las culpas, y este reconocimiento se transforma en dolor y arrepentimiento, en deseo de volver a empezar. En el segundo paso se reconoce que este nuevo camino no puede venir de nosotros mismos. Consiste en dejarse conquistar por Cristo” (25-1-2009). En el caso de S. Pablo, su conversión no fue el paso de una vida inmoral a una moralidad cabal, sino que consistió en ser conquistado por el amor de Cristo, renunciar a la propia perfección. «Sólo en la renuncia a nosotros mismos, en esta conformidad con Cristo podemos estar unidos también entre nosotros, podemos llegar a ser “uno” en Cristo. La comunión con Cristo resucitado es lo que nos da la unidad» (25-1-2009).
La Iglesia nació como fruto del misterio pascual de Cristo, por la acción del Espíritu Santo. Los Apóstoles estaban en oración con María, reunidos junto a Ella. Aquella que era el recuerdo vivo de Jesús, se convierte en vínculo de unidad para los que le aman. Pidámosle a Ella, Madre de la unidad, que interceda ante su Hijo para conseguir la anhelada unidad entre los miembros de Cristo.