Un nuevo impulso al Área de Misioneros del Secretariado diocesano de Misiones y OMP.
Ayer, 22 de marzo, ante más de media docena de personas, entre las que se encontraban las misioneras Hna. Gloria (Hija del Corazón de María -Camerún), Hna. Mari Luz (Comboniana -Congo), Socorro (Seglar en Perú) y dos misioneros retornados, Hna. María Azucena (Amor de Dios -Bolivia) y Manolo (MISEVI -Bolivia y Mozambique), estos dos tuvieron a bien, remitirnos sus aportaciones por escrito ya que les resultaba imposible su presencia, se desarrolló la prevista reunión. También contamos con P. José Luis Sibón, que estuvo en Burundi, y luego 23 años como Director del Secretariado y ahora desarrolla su labor como responsable de la Formación misionera.
Las aportaciones fueron desgranándose e intercalándose en vivo con las que nos hicieron llegar por escrito.
Se ve, como fundamental: La conexión entre los misioneros de vanguardia y los de retaguardia. La generación de vínculos constantes y permanentes, basados en la afectividad y la ayuda mutua, de ida y vuelta. La firmeza y el encuentro en la oración como base sustentadora de la acción, tanto allí como aquí. La vinculación diocesana en nuestras acciones, la de todos, como elemento enriquecedor y básico. Así como, la presencia de lo universal en lo particular y viceversa. Y la unión con la familia a través de encuentros y potenciación del Día del Misionero Diocesano.
Fueron muchas las aportaciones y reflexiones que poco a poco pretendemos incorporar al Área para un mejor servicio a los misioneros y misioneras gaditanos.
Orando a la Virgen María por los misioneros diocesanos y por nuestro Director diocesano, P. Aquiles, nuevamente convaleciente, nos despedimos con la alegría de sabernos en el camino del Señor.
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Desde Misevi y desde mi vivencia personal de la Misión corroboro la necesidad de tener conexión "ida y vuelta" entre los misioneros enviados y las comunidades de referencia en origen.
Conexión en lo afectivo, en la formación, en la oración, en lo material y en los proyectos comunitarios y personales.
Que el Espíritu siga soplando en este camino de crecimiento para la Delegación de Misiones.
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