A continuación compartimos el vídeo expresión "del trabajo silencioso y escondido de los misioneros y misioneras que, como la lluvia de primavera, cala en el interior de los corazones".
El presente vídeo corresponde a la Jornada de #DOMUND 2015. Encontramos en el mismo cuatro obras de misericordia.
Estas cuatro historias provocan un cambio de vida en sus protagonistas:
a) Favorecen y ayudan a caer en la cuenta del valor relativo de aquellas acciones que empequeñecen a la persona, cuando se encierra en sí misma y en sus cosas. La vida del misionero es una “escuela” donde los demás aprenden a poner el corazón en las cosas grandes.
b) Suscitan un amor maduro y cuajado, lejos del sentimentalismo o de la búsqueda de compensaciones. El amor no es un brote espontáneo o circunstancial del corazón sino un amor sin medida que se mantiene en el tiempo y se abre de par en par para dar posada del peregrino.
c) El amor misericordioso no sabe de acepción de personas. De ahí que el don del perdón sea la expresión más noble del amor humano, y evangélico. Pero un perdón que nace de la libre voluntad de hacer posible la fraternidad. Un corazón que perdona siempre y cuantas veces sean necesarias.
d) Es fácil advertir en la vida del misionero que sus gestos de misericordia son naturales, no forzados, algo así como el latido de su corazón. Así lo testifica el taxista al hablar del misionero que desde hace treinta años dejó su tierra para ser uno de ellos.
En un momento determinado una misionera pregunta: "¿Has venido a mirar o quieres ayudar?"
¡¡¡Toma partido en la vida!!!
En un momento determinado una misionera pregunta: "¿Has venido a mirar o quieres ayudar?"
¡¡¡Toma partido en la vida!!!
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