Os trasladamos una carta que nos remite nuestro misionero laico, Rafael Luna, casado y con un hijo de 6 años, desde Guatemala:
"Llevo 9 años en Guatemala
viviendo en área rural con indígenas desplazados por el conflicto armado
interno que mató a cientos de miles de ellos durante los años 1980 y 1984
especialmente. Son personas que han sufrido mucho, muchísimo y siguen sufriendo
porque nadie se ocupa de ellos y viven, muchos de ellos, en perpetuo
desplazamiento sin un lugar donde vivir (especialmente los que aún no tienen tierras). Los desalojos son terribles y muchos mueren al tratar de defender su
posesión.
Este año hemos decidido mi esposa y yo quedarnos
a vivir y apostar por esta tierra, de manera definitiva tras estos 9 años,
por esta buena gente y por este Dios que se hace vivo y hombre acá entre los
más desposeídos. Es una decisión muy dura porque renuncio a mi empleo y vida
fácil y cómoda como profesor en Cádiz, y me entrego, nos entregamos, mi
familia y yo a la construcción del Reino desde acá, en la confianza, en la fe
profunda que Dios nos ayudará y acompañará todo este camino. No tenemos más miedo que a Dios, al menos no
tanto como el que Europa siente en esta crisis económica. En una época de
fuertes convulsiones morales y sociales como las que estamos viviendo en la que
los valores se han cambiado por intereses económicos, pensamos que la
coherencia moral y los valores espirituales deben estar por encima de todo y de
todos. Dios así nos lo está pidiendo.
Un fraternal abrazo en
Nuestra Madre María y Bendiciones de Nuestro Señor Jesucristo. Rafael
y familia.
PD: Rezamos por Cádiz y mi familia de allá en estos
momentos de tremenda dificultad que están atravesando. Dios les ayude y les haga salir como a todos los gaditanos de este difícil y oscuro túnel en el que se encuentran por las dificultades económicas que
atraviesa la población allá."
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