Ana Belén es enviada por la comunidad de la Parroquia de la Stma. Trinidad en Algeciras a su misión "ad gentes".
En una Iglesia llena, bien arropada por su Comunidad y ella muy emocionada, se celebró una hermosa Eucaristía.
El día 5 partirá para su "Missio Ad-Gentes" a Luxemburgo. Ejercerá su misión junto a familias de origen español, estadounidense, italo-español y egipcio.
En la ciudad enviada se encontrará con múltiples problemas sociales y una de las zonas mas descristianizadas de Europa.
Nos pide una oración para que el Señor siga concediéndole la fe, la perseverancia y el celo por la evangelización.
A continución compartimos las palabras que le dirigimos y algunas fotos de la celebración.
"Muy buenas y bienhallados en la casa de Dios.
Ante todo quiero dar las gracias, tanto al Párroco, Sergio, como a la Comunidad parroquial por acogerme, y en especial a las Comunidades del Camino Neocatecumenal y, en particular, a Ana Belén. También quiero transmitiros la bendición de parte de D. Rafael, nuestro Obispo y cabeza de Cristo en la diócesis.
Cristo es el centro y Ana Belén así lo vivirá en su misión. Ya que lo ha experimentado profundamente en su vida al decirle que Sí al Señor.
Ella ya no hablará sus palabras, ni se dirá a sí misma, ni dará nada de sí. Se ha abierto al Amor y éste desbordante la habita. Roguemos en esta Eucaristía para que así lo viva y la lleve a todas las personas con las que se encuentre.
Pero, ¡¡ ojo !!, la misión de Cristo también te precede, ya que Cristo está donde vas, y te espera con los brazos abiertos. Y muchas veces, Ana Belén, flaquearás, y no sabrás el por qué no consigues tus propósitos, ya que habrás confiado en tus propias fuerzas. Ten muy presente que el misionero ha de arremeter con ardor la tarea de construir el Reino de Dios y entender las palabras de Jesús: “Mi yugo es suave y mi carga ligera” (Mt 11,30), porque el entusiasmo por Jesús y el querer estar siempre a su lado les hace llevadero el trabajo de anunciar a todos el Reino de Dios y de cooperar con Él en luchar por una sociedad justa e igualitaria.
Te deseo, Ana Belén, que Dios te dé la gracia necesaria para amarle y hacerle amar. Que Cristo te sirva de guía y preceda tus pasos. Y le pido al Espíritu Santo te dé las fuerzas y ánimos necesarios para no desfallecer y mantenerte firme. En este valle de lágrimas los misioneros sois los sembradores de Esperanza.
Roguemos a Maria, Reina de las misiones, para que interceda por ti, Ana Belén, y que el Señor te bendiga."
Ante todo quiero dar las gracias, tanto al Párroco, Sergio, como a la Comunidad parroquial por acogerme, y en especial a las Comunidades del Camino Neocatecumenal y, en particular, a Ana Belén. También quiero transmitiros la bendición de parte de D. Rafael, nuestro Obispo y cabeza de Cristo en la diócesis.
Cristo es el centro y Ana Belén así lo vivirá en su misión. Ya que lo ha experimentado profundamente en su vida al decirle que Sí al Señor.
Ella ya no hablará sus palabras, ni se dirá a sí misma, ni dará nada de sí. Se ha abierto al Amor y éste desbordante la habita. Roguemos en esta Eucaristía para que así lo viva y la lleve a todas las personas con las que se encuentre.
Pero, ¡¡ ojo !!, la misión de Cristo también te precede, ya que Cristo está donde vas, y te espera con los brazos abiertos. Y muchas veces, Ana Belén, flaquearás, y no sabrás el por qué no consigues tus propósitos, ya que habrás confiado en tus propias fuerzas. Ten muy presente que el misionero ha de arremeter con ardor la tarea de construir el Reino de Dios y entender las palabras de Jesús: “Mi yugo es suave y mi carga ligera” (Mt 11,30), porque el entusiasmo por Jesús y el querer estar siempre a su lado les hace llevadero el trabajo de anunciar a todos el Reino de Dios y de cooperar con Él en luchar por una sociedad justa e igualitaria.
Te deseo, Ana Belén, que Dios te dé la gracia necesaria para amarle y hacerle amar. Que Cristo te sirva de guía y preceda tus pasos. Y le pido al Espíritu Santo te dé las fuerzas y ánimos necesarios para no desfallecer y mantenerte firme. En este valle de lágrimas los misioneros sois los sembradores de Esperanza.
Roguemos a Maria, Reina de las misiones, para que interceda por ti, Ana Belén, y que el Señor te bendiga."
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Felicidades Ana Belen, y felicidades a tu comunidad y a la Iglesia en general porque el Señor te ha elegido a ti como obrero de su mies para cumplir su mandato de ir por todo el mundo y anunciar su evangelio. Cuenta con nuestras oraciones. Que tu animo no desfallezca firme en el Señor y arropada por tu comunidad y por nosotros los que colaboramos con nuestro director, Pepe en el Secretariado de misiones. Felicidades
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