Bueno, d. Anastasio ahora tras toda la mañana convulsionado intentaré una reflexión algo mas reposada, camino de la misa de esta tarde y de su sepelio mañana.
Tuve la enorme suerte de conocerle allá rondando el año 2000 y muy poco.
Desde el principio me acogió usted, a su manera, claro. Brazos abiertos, sonrisa en la boca pero... pico y pala. Siempre me animó y alentó. En duros momentos confío usted y me brindó todo su apoyo. Cuando nos invitó a formar parte del equipo técnico para servir a nuestros compañeros de las otras delegaciones, siempre contaba con nuestras opiniones y nos dejaba hacer. Su impulso para estar donde estamos en las RRSS ha sido fundamental. Su apuesta por internet todo un acierto y un gran acto de valentía frente a muchos detractores y pesimistas. Y la oportunidad de generar lazos y amistad entre los compañeros, otro gran regalo que le deberé para siempre.
Hay tanto que quisiera decirle, tanto de lo que poder seguir contando... pero sé que, ya con lo que llevo, le parecería demasiado.
Sé que debemos estar contentos y alegres, porque como hombre de Fe, nos enseñó a poner nuestra confianza en Dios y en la Resurrección. Pero la tristeza lleva días conmigo y las lágrimas salen solas sin posible contención. Perdí a Juan, nuestro querido Juan Piña, y ahora a usted. Pero el Señor nos enseña de modos insospechados, y su modo de cincelarnos es a base de vivir en el Amor. Ese en el que vivieron en su Cruz la enfermedad, y en la que seguisteis entregados a los demás. Por eso sé que ahora cuento con dos intercesores monumentales para la misión encomendada.
Esta tarde a las 19:00 habrá un funeral en la capilla del Tanatorio Norte de Madrid. Y mañana sábado 8, a las 12:00 se celebrará un funeral corpore insepulto en la Iglesia de Veganzones (Segovia), y posteriormente será el entierro. Pero, sabe d. Anastasio, serán para dar gracias, para celebrar su vida de Amor y la pasión con la que se entregó por todo lo misionero.
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